En medio de la pampa, a 98 km al noreste de Antofagasta y custodiado por la Corporación Museo del Salitre Chacabuco, se dio inicio al Programa Transferencia Restauración de Emergencia Ex Oficina Salitrera Chacabuco, el cual nace como respuesta de emergencia tras el colapso de la techumbre del teatro ocurrido en el año 2021.
Alrededor de las 10:00 horas de este sábado 22 de abril y frente al teatro de la salitrera, que comenzó el primer hito del programa, sub-ejecutado por Fundación Altiplano, el cual reunió a distintos especialistas y visitantes, compartiendo experiencias, visiones y expectativas sobre el valor de este lugar ubicado en medio del Desierto de Atacama, que durante la época del salitre albergó alrededor de 5.000 obreros y en el periodo de la dictadura militar tuvo como prisioneros políticos a 1.284 personas.
En el taller, 9 expositores fueron los encargados de transmitir el valor patrimonial de Chacabuco, acercando a los asistentes a una mejor comprensión de lo que fue vivir en la época salitrera, las dificultades que han aparecido a lo largo del tiempo para su conservación, las experiencias de quienes tuvieron que habitar el lugar utilizado como campo de prisioneros durante la dictadura militar en nuestro país y, sobre todo, la importancia de preservar el lugar para las futuras generaciones.
El exitoso primer taller contó con la presencia de la Municipalidad de Sierra Gorda, a través de su Fundación Cultural, también la directora del Servicio del Patrimonio de Antofagasta, el Consejo de Monumentos Nacionales y la Universidad Católica del Norte.
Asimismo, la instancia con la participación del reconocido músico y guitarrista nacional Ángel Parra, quien entregó un pequeño concierto para los asistentes, el cual estuvo cargado de emotividad, ya que en el lugar, Parra conoció como su padre vivió mientras estuvo prisionero en Chacabuco, relato que fue compartido por los mismos compañeros de Ángel Parra padre, que hoy pertenecen a la Corporación Memoria Chacabuco y que durante el taller fueron los encargados de relatar cómo fue habitar el lugar durante la dictadura.
En el sitio de memoria, Ángel Parra, expresó su sentir respecto a la actividad: "no había experimentado un intento de involucrar a la comunidad en algo tan trascendente como el patrimonio, en un lugar tan especial como en el que estamos, Chacabuco, y los principales protagonistas de esto son las organizaciones de memoria y de protección de este lugar. Es un momento muy especial para que se conjuguen todas esas cosas y ocurra esto”.
Por su parte, el secretario de la Corporación Memoria Chacabuco, Ángel Arias, quien durante la dictadura militar estuvo prisionero, recordó: “yo tenía 22 años cuando me trajeron para este lugar y no sabía para dónde venía. (…) Vuelvo el año 2018, después de más de 40 años, y ahí fue que sentí una especie de reencuentro con uno mismo. Y volver ahora, con una dimensión distinta, lo más novedoso es darse cuenta que no tan solo yo me reconfortaba con esta jornada, si no que al mismo tiempo notaba que la gente entendía y más que solo saber de este espacio, llegó a sentir la sangre que tiene, el color y el calor que tiene el relato. Eso es fabuloso”.
Nicole Vidal, participante del primer taller, reconoció que, “esta jornada estuvo hermosa, llena de muchos momentos y lo que más rescato es que hay una intención de conservación, de volver al recuerdo hechos históricos que marcaron quienes somos como país. Está esta dualidad siempre, que se siente especialmente acá que es como un amor y odio de todo lo que ocurrió. Ha sido hermoso participar hoy, escuchar a todas las personas, los diferentes puntos de vista de qué es la memoria para ellos, y me parece que este proyecto que vamos creando todos juntos como comunidad, es algo que no se hace mucho, pero debería hacerse más porque es muy bonito”.
Comentarios